martes, 11 de agosto de 2009

el viaje a la quinta de campo( finca)

Planeamos con Cecilia estar un buen rato junto a solas, por eso decidimos viajar a la casa quinta de un amigo, que amablemente me la cedió.
Quedamos en encontrarnos a las 8:30 en la parada de colectivo, llegue unos 5 minutos antes y Cecilia no tardo en llegar. Nos dimos un beso en nuestras mejillas.
- ¿Cómo estas hoy?- le pregunte
- Bien, anoche descanse bastante, a pesar de que no podía dormir pensando en el día de hoy.
- Bueno, el día ha comenzado ya, ahí viene el colectivo.
Había 40 kilómetros de viaje lo que equivale a alrededor de poco menos de 1 hora, me quede adelante pagando el viaje de ambos, Cecilia había buscado asiento, por la hora no había tantos pasajeros, éramos cerca de 10 personas en este trayecto.
Cuando me voy a sentar a su lado, siento que me toca la cola, sorprendido me apresure a sentarme para darle un buen beso, abriendo bien la boca sin dejar que se me escapen sus labios, me separe de su boca, tome su mano y a metí adentro de mi joggin para que agarre mi verga semierecta, ella la tomo con ganas y comenzó a acariciarla, despacio, mientras yo miraba al resto de los pasajeros para que no notaran lo que estábamos haciendo, entre el ruido del motor y la charla entusiasta de 4 jóvenes nosotros pasábamos desapercibidos.
Percibí que Cecilia estaba haciendo lo mismo como preocupada por que nos vieran, cuando de repente bajo a mi entrepierna y comenzó a pasar mi verga ya erecta por su cara, por sus mejillas, su nariz, besaba y lengüeteaba el tronco, en un momento estiro el cuerito de mi pedazo y dejo al descubierto mi cabecita colorada, la miro la olió y empezó a besarla, se la metió dentro de su boca y dentro la saboreaba con su lengua. Estuvo un ratito solo con mi cabeza, luego comenzó a tragar el tronco entrando y saliendo, hasta que se llevo la cabeza hasta su garganta, mi excitación era elevadísima, no podía vigilar que nos vieran por la excitación, pero no pasaba nada estábamos lejos como para que lo notaran.
Cecilia llevó varias veces la cabeza de mi verga a su garganta, hasta que en un momento aumento la velocidad de entrada y salidas, y no aguante más, le tire en su garganta toda mi leche, ella recibió mi espeso liquido absorbió hasta sacarme todo, se incorporó y cuando nos dimos cuenta ya estábamos llegando. Nos acomodamos la ropa y nos preparamos para bajar y caminar hasta la casa.
Entramos a la casa, le mostré a Cecilia las habitaciones, el baño, la cocina, luego pasamos al jardín y le mostré la pileta.
- Con todo esto vamos a disfrutar de un intenso día- le comente
- Tenemos varios lugares para disfrutar
- Si, podemos tomar algo acá afuera para refrescarnos.
- Bueno, pero antes me podría cambiar.
- Si, anda que te espero en la mesa del jardín
Fui a la heladera y prepare unos tragos, los lleve a la mesa y como Cecilia demoraba me aproveche para cambiarme yo también, me puse un pantalón corto y me saque la remera. Cuando vi aparecer a Cecilia me ataco el calor otra vez, me sentía preparado y recuperado para atacarla nuevamente. Tenía puesto un toallón que lo sujetaba enrollado por encima de sus pechos, y que caía y la cubría hasta sus nalgas dejando sus piernas al descubierto.
La invite a sentarse en un sillón de mimbre con almohadones, y con posa-brazos. Se sentó y yo hice lo mismo, tomamos nuestros vasos.
- después podemos ir un rato a la pileta para refrescarnos- me dijo
- si querés vamos ahora,
- no, ahora es muy temprano todavía
- bueno cuando quieras nos metemos un rato
- me gusta disfrutarla cuando el sol cae.
- Entonces esperamos hasta la tarde.
En ese momento Cecilia busca acomodarse en el sillón, levanta una pierna y la posa sobre el posa-brazos izquierdo e inmediatamente levanta la otra para apoyarla en el derecho, exponiendo a mi vista toda su concha. No aguanta más y sin mediar palabras me arrodillé y en cuatro patas avance hacia su vagina, hermosa, con algo de brillo y depilada por completo.
Apoye mi boca y moviendo la cabeza de un lado a otro comencé a abrir su cueva, ella gemía, saque mi lengua e inicie un juego de movimientos buscando tomar de sus líquidos hasta encontrar su clítoris, cuando halle el clítoris introduje un dedo que hacía entrar y salir, mientras iniciaba un juego vibratorio entre la lengua y el clítoris, introduje otro dedo y llego su primer orgasmo, metí un tercer dedo y con otro ya le acariciaba el ano.
Sin meterle el dedo le lubrique su orificio anal, pero no dejaba de comerme su vagina a esta altura llena de jugos, note que sus manos agarraban mi cabeza y la movía como queriendo metersela adentro, segundos después comenzó a levantarme para besarme buscando con su lengua la mía.
- Penetrame ahora
Sin moverse espero que mi miembro entrara en su concha. Apoye mi colorada cabeza iniciando un juego de roces sin penetración de arriba hacía abajo, ella gemía y movía su cadera.
- PENETRAME!!!!
Ante ese pedido le metí de un empujón todo mi tronco lo más que pude.
- AAAAHH!!!!
Esta penetración dio lugar a un nuevo orgasmo de Cecilia. Que acompañe con acelerados movimientos de penetración. Agarre sus piernas abiertas, las junte sin dejar de penetrarla. Apoye las dos juntitas sobre mi pecho y levantándola un poco del asiento continué penetrándola, lentamente, decidí acelerar golpeando con los empujones mis piernas contra sus nalgas, provocando un gemido de Cecilia en cada empujón, hasta que percibí otro orgasmo que acompañe dándole un poquito más fuerte. Reduje la velocidad para ubicarla nuevamente en el sillón, luego abrí sus piernas y continué con los movimientos que de a poco fui acelerando hasta que no aguante más y cuando note que la leche comenzaba a salir saque mi verga e inicie la tirada de leche, los primeros chorros llegaron hasta su mentón, cayeron sobre sus pechos y panza, los líquidos los esparcía Cecilia con su mano por sus tetas y estomago.
Luego Cecilia se dedico unos minutos a extraer las últimas gotas de mi verga. Hasta dejarla vacía.
- Me voy a dar una ducha- le dije.
- Bueno, yo me voy a recostar un rato
- Después voy a acompañarte.
Después del refrescante baño me fui a la cama, Cecilia estaba casi dormida, lo más suave que pude, para no despertarla, me acomode a su lado. Era mediodía, no demore en dormirme.
Habíamos gastado muchas energías supongo porque los dos dormimos alrededor de 4 horas -tiempo perdido- cuando abrí los ojos Cecilia me estaba comiendo la verga, ella noto que me desperté y dejo de hacerlo.
- hacia 15 minutos que dormías y me pareció que así te ibas a despertar
- Gracias, me gustaría que sigas despertándome- le dije
- Ahora ya estas despierto, es hora de ir a la pileta, acá adentro hace mucho calor.
- Dale, te llevo en brazos o vas sola.
Sin esperar respuesta le puse el brazo en la entrepierna y el otro sobre su espalda y la levante, camine hasta la pileta y caímos juntos al agua. Comenzamos a reír y tirarnos agua, comencé a correrla hasta agarrarla, ella no se dejaba, pero yo la tome de la cintura y le quite la parte de debajo de su bikini ella comenzó a correrme y me tironeo del pantalón hasta sacármelo mientras yo le sacaba el resto de ropa. Desnudos empezamos a besarnos y a manosearnos, ella tomaba mis nalgas y yo también pero buscando su recto. Cuando ella noto que era lo que yo buscaba, se separo de mí, fue al borde de la pileta y boca abajo apoyo su panza en la parte del borde de la piscina exponiendo sus nalgas, ofreciéndomelas. Las tome con las dos manos las acaricie separe sus cachetes y tuve ante mis ojos su orificio, comencé a pasarle por fuero los dedos en forma circular. Sin lubricarlo intente meter el dedo gordo de mi mano para averiguar hasta donde podía ingresar. Cecilia gemía y sin oponer resistencia con sus dos manos se abrió las nalgas para permitir una mejor introducción. Una vez el dedo adentro era difícil sacarlo, por lo tanto comencé a moverlo de un lado a otro.
Le fui tirando saliva, para una mejor introducción. Saque mi dedo y me puse a lamerlo y a ensalivarlo más, a esta altura el orificio no ofrecía resistencia, por ello decidí meterle tres dedos
- Espera!! Espera!!- abrió sus nalgas para facilitar la penetración.
- Es mucho!!- le pregunte
- No, espera, me sorprendiste, espera que me abro la cola un poco.
Comencé a mover los tres dedos que unos segundos después se movían con facilidad. Estuve jugando como 15 minutos. Luego me pare la baje a Cecilia del borde de la pileta y la lleve a la parte más playa.
Me senté y ella se sentó sobre mi verga con rapidez, no hubo necesidad de hacerlo despacio ya que su ano estaba muy dilatado. Cecilia inició los movimientos de arriba hacia abajo sin demasiado apresuramiento, con sus manos agarradas de mis pies, ella subía y bajaba, dejándome observar como ese culo se tragaba y tragaba mi verga, metiendose por completo y luego saliendo para volver a meterse cada vez con más rapidez, hasta que percibí su orgasmo, ahí comencé yo mis movimientos acompañando los de ella. Hasta que recostó su espalda sobre mi pecho, ahí tome sus pechos e inicie un leve movimiento de cadera, 5 o 10 minutos después cambiamos de posición la hice poner en cuatro patas, me puse detrás y le observe otra vez su agujero, lo vi un poco más agrandado y rojo.
Apoye mi glande y despacio lo fui metiendo hasta llegar hasta el fondo, lo saque y otra vez hasta el fondo, me había gustado ver como entraba y salía mi verga de su culo, abrí sus nalgas para darle más apertura al ano, así estuve unos 20 minutos hasta que note que en cualquier momento acababa, por eso aceleré el ritmo y no te que los gemidos de Cecilia se acrecentaban, ya estaba por largar toda mi leche cuando noto el orgasmo final de Cecilia, ahí nomás largue mis jugos y caí sobre su espalda, realizando mis últimos movimientos de cadera. Nos quedamos así un rato, luego saque mi verga de su cola y comenzamos a respirar agitados hasta lograr estabilidad en nuestros cuerpos.
Nos vestimos y disfrutamos de la pileta en las ultimas horas de este día fenomenal. Acomodamos la casa, principalmente para no dejarle a mi amigo, huellas de todo lo que habíamos hecho ese día. Fuimos a tomar el colectivo y una vez arriba no recuerdo en que momento me dormí, pero el viaje se me hizo corto. Llegamos y nos dimos un beso cuando bajamos, la acompañe a su casa, ya era de noche, nos besamos un buen rato y me volví a mi casa. Con la satisfacción de que ambos habíamos disfrutado del día en la casaquinta.

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